Diego y su amigo

7/20/2008 |

Me tomé la libertad de publicar este relato xq cuando me lo contaron me robó el corazón...

Diego cumplió 4 o 5 años hace unos días y tuvo su fiesta de cumpleaños. A ésta llegó su mejor amigo, un niño de su edad. La mamá de este niño le llevó a Diego un regalo de cumpleaños, pero Pepito, por ponerle un nombre al mejor amigo de Diego, también le quiso llevar un regalo... nada más y nada menos que sus juguetes favoritos.

Si, juguetes usados, un muñeco sin un brazo, desgastados por el uso, viejos, rotos tal vez. Uno pensaría que: cómo regalar algo usado, qué van a pensar de nosotros. A lo mejor por eso la mamá compró otro regalo para Diego pero no por eso le negó a su hijo el derecho de regalarle a su amigo algo ideado por él.

Y Diego, en lugar de poner mala cara, sonrió, tal vez se emocionó, se sintió halagado. No, eso no eran juguetes usados, era un regalo más que especial, era un acto desinteresado de amistad, "porque eres mi mejor amigo, yo te doy los juguetes que más me gustan". Estoy segura de que Diego juega felizmente con ellos.

Bueno, yo casi lloró cuando me lo contaron, esos pequeños detalles hacen de la vida algo más disfrutable, algo más lindo. No es tan fácil, hoy, pensar en deshacerse de los tenis favoritos o el jersey de mi equipo y dárselos a otra persona, tan desinteresadamente o si?

El punto es que Diego y Pepito me robaron el corazón, uno por el regalo tan lindo de ofreció y el otro por saberlo apreciar.

En cambio, llegó otro niño invitado y le dio a Diego un regalo, envuelto muy bonito y toda la cosa. Diego lo abre y ZAZ pega gritos de indignación!! El juguete es usado... "Esto era de él y no le gustaba"... jaja la familia del niño no sabía dónde meter la cara llena de vergüenza, porque eso no fue un detalle lindo como el de Pepito, fue únicamente cumplir con el "requisito" de llevar un regalo a la fiesta. Fue sólo un compromiso.