Sé que no es un asunto nuevo esto de la inseguridad, de los asaltos, secuestros y demás cosas horribles por el estilo. De hecho, en este mismo blog publiqué alguna vez dos post con referencia a dos asaltos de los que había sido víctima mi papá, en uno de ellos hasta lo golpearon.
Lo que sucede es que esta situación cada vez me da más coraje, impotencia (supongo que como a muchos de ustedes también). De hecho en estos momentos escribo este post desde un Starbucks que el 8 de enero fue asaltado. Y mi coraje se agravó a raíz de dos sucesos, el primero es que hace unos 10 días Julio y yo veníamos saliendo del cine en un centro comercial al sur de la ciudad, llovía y ambos sacamos nuestros paraguas, yo como siempre iba distraída, había visto a dos chavos ahí a la salida pero no llamaron más mi atención. En cambio Julio se percató de algo que en ese momento no supe, sólo me dijo que caminara más rápido q no volteara y que no hiciera nada llamativo, por supuesto me asusté y por supuesto volteé y vi que uno de los dos chavos que había visto venía atrás de nosotros, no necesité más pistas para saber que seguramente quería asaltarnos, sentí mucho miedo, por mí y por Julio, no quería que nos pasara nada, no sabía qué hacer más que caminar más rápido. Afortunadamente Julio vive a la vuelta del centro comercial y pudimos llegar antes de que la situación fuera más que un susto. Sentí mucho miedo y después me dio coraje, ganas de regresar y golpear al estúpido que nos había asustado.
Mi coraje aumentó más este fin de semana. Mi hermana se fue con sus amigos a un lugar fuera de la Ciudad, se fueron en camión y aún no llevaban ni media hora de haber salido de la terminal de camiones cuando 3 “pasajeros” se levantan y los amenazan, uno más se sube cortando cartucho y les robaron todo lo que pudieron. Con decirles que se llevaron ropa interior, trajes de baño y claro computadoras, celulares, cargadores, ipods, carteras, incluso un Xbox. El robo tardó 30 minutos, de gritos, amenazas; intentaron propasarse con una pasajera, ésta grito y la golpearon, a mi hermana le faltaron al respeto verbalmente también. Finalmente después de media hora se bajaron dejándolos a todos muertos de miedo. Al llegar a la caseta les dijeron que podían levantar una denuncia pero que llevaría de 3 a 4 hrs. ¡¡¿QUÉÉÉ?!! A las 11 de la noche pretendían que esperaran tanto? Después del susto? Después de que muchos se quedaron sin un peso ni medio para comunicarse con alguien? NO PUEDE SER, ¿por qué poner trabas cuando se trata de denunciar un delito?
Lo bueno es que no les hicieron nada, son cosas materiales… NOOOOOOO, ¿en qué momento llegamos a conformarnos con que no nos hacen daño?, si, son cosas materiales que les costaron a ellos y estos estúpidos llegan y así de fácil se lo llevan. Me da coraje que esta ciudad, este país estén así, que lleguemos al punto de mandar correos como éste que publicó Julio en su blog en que todo suena como si habláramos de una película de acción.
Me cuenta mi hermana que uno de los asaltantes recibió una llamada en el momento de asalto y alcanzó a escucharlo decir: “si aquí estoy trabajando”. Jajaja cínico. Qué? Llegaremos al momento de que decir “me asaltaron” sea lo mismo que decir “fui al cine”??? En seguirnos conformando con que no nos hirieron cuando la verdad es que no deberíamos ni de ser saltados????